Soy médico, colegiada en el Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara y con ejercicio profesional en la misma ciudad. Además de utilizar la medicina convencional, también prescribo homeopatía desde hace más de quince años, por mi formación universitaria en terapéutica homeopática.
Mi experiencia médica y los resultados obtenidos en pacientes tratados con medicamentos homeopáticos me llevan a responder a las inexactitudes plasmadas en relación con la homeopatía en el artículo “De la religión a otras supercherías”, publicado por Julio Casas Delgado el pasado 31 de julio en este mismo medio.
Los profesionales que conocemos esta terapia debemos trabajar para superar el desprestigio tan arduo que se está realizando a la homeopatía, sin ningún tipo de fundamento o estudio sobre la materia. Por este motivo, aprovecho este artículo para denunciar la gran desinformación que se está generando, en detrimento de la sociedad y de los propios pacientes que tienen derecho a estar informados, y no solo eso, si no a elegir entre las terapias existentes.
Me gustaría aclarar una serie de puntos que pueden dar luz a esta materia. En primer lugar, la prescripción de medicamentos homeopáticos se realiza por profesionales médicos colegiados tras un diagnóstico riguroso y con un profundo conocimiento de la Farmacología para decidir entre un tratamiento convencional o/y homeopático, según mejor convenga al paciente.
Este ejercicio, además, se apoya perfectamente en la legislación tanto española como europea. Los medicamentos homeopáticos están regulados por la directiva 2001/83/CE de la Unión Europea y por el Real Decreto RDL 1/2015 en España y, por ello, son de venta exclusiva en farmacias.
A todo esto, cabe sumar que la homeopatía, como parte de la medicina, se apoya en la evidencia y experimentación científicas, lo que se puede comprobar en bases de datos como Homeopathy Basics Research Experiments con casi 1.700 artículos que recogen 2.246 experimentos.
La homeopatía es una realidad social y sanitaria pues, esté o no incluido en el sistema nacional de salud, cada vez es más demandado por la población. Nuestros pacientes comprueban su eficacia diariamente, y los emplean con seguridad a lo largo de varias etapas de su vida, desde la lactancia hasta la vejez, donde la homeopatía puede ser de utilidad en el caso de los pacientes crónicos polimedicados.