Doce metas principales de aquí a 2020. Se las ha fijado la patronal europea del autocuidado, la Aesgp. Esas metas tienen un eslogan que las espolea: el autocuidado ahorra a los sistemas sanitarios europeos más de 16.000 millones de euros. Los objetivos están centrados, por ejemplo, en el respeto de los plazos de aprobación, en una regulación proporcional o en conseguir mayor disponibilidad de los productos de autocuidado.

También en facilitar el mantenimiento del producto y en generar una interacción constructiva entre el regulador y el solicitante. Las medidas ambientales adecuadas siguen siendo una prioridad, como lo es también el reconocimiento de la situación bien establecida de las sustancias, la adopción de decisiones proporcionales para todas las partes o el otorgar buena visibilidad en el entorno comercial. No olvidarán hacer uso de la publicidad permitida en los medios de comunicación y el fijar precios libres para los productos del sector del autocuidado. Las marcas toman la forma y el papel de constructoras de la confianza de los consumidores

Los medicamentos de venta sin receta, los dispositivos médicos de autocuidado y los complementos alimenticios “posibilitan y contribuyen de forma destacada a la salud y el bienestar de los ciudadanos europeos” dice la patronal Aesgp en un informe recientemente publicado.

Los ciudadanos quieren “asumir la responsabilidades sobre su propia salud” y esto, combinado con los cambios demográficos y el creciente coste de la asistencia sanitaria profesional, “significa que se debe hacer más para desarrollar y apoyar el autocuidado”. Este documento describe cómo la capacidad de los ciudadanos europeos para cuidar de sí mismos de manera segura y eficaz puede avanzar si mejora el sistema regulador de los productos de autocuidado. Así lo asegura el texto que encabeza este informe.

Las líneas de prioridades se escriben claras: todos los partners deben reconocer las ventajas sanitarias, económicas y sociales de los productos de autocuidado. No se olvidan de aplicar la legislación que afecta al sector, la cual debe ser “apropiada y proporcionada” porque “es preciso establecer mecanismos para comprobar si sigue siendo adecuada a los fines perseguidos; hay que aprovechar las lecciones aprendidas para mejorar la aplicación”.

La elaboración de las políticas debe basarse, según la asociación, en datos empíricos con una cooperación y un diálogo significativos entre las autoridades, los representantes de las partes interesadas y los socios industriales.

Más de 100 millones de ciudadanos de la Unión Europea utilizan medicamentos herbales y homeopáticos. Dado que estos medicamentos se utilizan ampliamente y ofrecen opciones terapéuticas alternativas, la asociación asegura que debe mejorarse su disponibilidad. Según un estudio encargado por la Comisión Europea, existe un problema con la disponibilidad de medicamentos a base de plantas y productos homeopáticos. Esto se debe, principalmente, a la divergencia de los procedimientos y enfoques nacionales para estos productos, algo que dificulta poder garantizar el acceso a los consumidores. Para la Aesgp, en algunas ocasiones se produce por una “aplicación incompleta e ineficaz de procedimientos de registro simplificados para los medicamentos a base de plantas y los medicamentos homeopáticos en los Estados miembros”.