Relato del Dr. Sergio M. Rozenholc
José: Mi querido doctor, cuando yo era pequeño y lo visité en su consultorio por primera vez acompañado por mi mamá, usted durante nuestra primera entrevista de casi 2hs, estuvo escuchando y luego repreguntando algunas cuestiones de mi vida desde que nací al momento de la consulta, en la que tenía 10 años por aquel entonces.
Muy puntilloso me pareció, con diversas observaciones sobre mis conductas, de cómo nací, de las enfermedades de los primeros años, mi relación con mis padres, con mis hermanos, con mis deseos alimenticios, etc. ¿Se acuerda, doc? No me gustaba bañarme ni en broma.
Doctor: Mi querido José, todas esas cosas que te fui preguntando eran cosas que hacen a la historia clínica homeopática; el médico necesita conocer toda tu vida para construir una historia biopatografica y a su vez pueda darte un remedio que corresponda a esta historia.
José: ¿Y por qué me dio Sulphur?
Doctor: Cuando viniste por primera vez eras un niño caluroso, te hacía mal el calor de la ropa, dormías destapado, te molestaba el calor de los pies y los sacabas fuera de la frazada en pleno invierno.
El sol te producía dolor de cabeza y cuando un día tuviste un cuadro gripal, tenías la cabeza caliente con los pies fríos, y te aliviabas con aplicaciones de paños fríos, el síndrome febril.
Cuando te revisé y eras muy pequeñito tenías todos los orificios del cuerpo bien rojos.
Te gustaban los dulces, lo salado, los picantes y fundamentalmente las grasas.
Tenías un fuerte apetito a las 11 de la mañana.
Tu mamá me contaba que comías muchas veces sin tener hambre, inclusive a escondidas de tus padres. Te hacía mal la leche y los farináceos, tenías mal aliento al despertar y transpirabas con mal olor, tenías una especie de olor a perro mojado.
Todos tus síntomas eran del lado izquierdo.
Eras un niño al que en las uñas siempre se le notaban los puntos blancos y debajo de las uñas siempre tenías tierra.
Te acordás que tu madre te trajo porque sufrías de asma y que siempre se presentaba de noche y te despertaba la fatiga.
De noche tenías sueños cómicos y muchas veces te reías durmiendo.
Cuando ibas en auto te hacia mal cruzar los puentes.
Recuerdo que eras un niño desordenado, egoísta, no te gustaba prestar ningún juguete ni nada que fuera tuyo; eras orgulloso, y si tu mamá te ponía una ropa limpia a la mañana enseguida la ensuciabas.
Por todas estas cosas te di Sulphur y te curaste del asma y transformaste varios aspectos de tu vida de relación, podías compartir más, etc., etc.
José: Hoy a 25 años de mi primer consulta y 22 años de no vernos, me vuelve a prescribir Sulphur, ¿por qué?
Doctor: Personalmente creo que cuando un médico identifica un remedio constitucional en un paciente, este va a funcionar durante toda la vida. Si bien hay algunas excepciones, creo que esta es la realidad de la homeopatía.
José: ¿ Dr., pero mi consulta de hoy es por mi gastritis que nada tiene que ver la consulta de mi infancia que fue el asma y que por otra parte, tengo totalmente superada?
Doctor: Nosotros creemos que la enfermedad es la expresión de nuestra energía vital desequilibrada y que puede tener varias maneras de materializarse; tantas como nombres de enfermedades existan, pero esta también tiene un orden posiblemente miasmático.
José: No sé qué es eso de lo miasmático y no me interesa, lo que sí quisiera saber es qué cosas identificó en mí para volver a hacer un diagnóstico similar al de la infancia y me volvió a curar 25 años después de nuestro primer encuentro.
Doctor: Fíjate José, que hoy ya no sos desordenado como cuando eras niño, sino todo por el contrario sos una persona muy pulcra, muy bien aseado, sos un ejecutivo, que siempre que viniste a la consulta traías puesto un traje impecable, pero seguís manteniendo algunas cosas, como por ejemplo la calurosidad, tus deseos de dulces y salados.
José: ¿Y respecto de la personalidad?
Doctor: Bueno José, ahora ya tenés otra edad y pudiste hablar de otras cosas como por ejemplo la ansiedad de conciencia.
José: ¿Qué es esto de la culpa y de dónde viene Doc?
Doctor: Recuerdas cuando me hablabas de que te hacías reproches constantemente y sentías rabia por tus propios errores, que además eras una persona muy impetuosa pero de rápido arrepentimiento? Todo esto está relacionado con la ansiedad de conciencia.
Hoy como cuando eras niño, ya no me hablas de tu egoísmo en no prestar los juguetes, pero sí lo haces de tu miedo a la pobreza a pesar de tener un muy buen pasar económico, y tu ansiedad por tus negocios, y ahora en la adultez resurgió la avaricia que no se podía identificar en tu infancia.
También me pudiste hablar de tu ansiedad de conciencia, el miedo a la muerte y la falta de confianza. Estas características hacen a una imagen muy fuerte para diagnosticarte Sulphur.
José: Mire Doc, la verdad, no lo entiendo. Lo que sí sé es que en dos meses se me fue la gastritis, volví a estar mejor con mi mujer y mis hijos, pude de alguna manera poder pensar que tengo que ser más solidario con los que sufren y con los humildes, en fin, un cambio bastante completo en mi vida.
Doctor: Eso es lo que pretende la homeopatía con el remedio bien elegido, producir un cambio en la totalidad.
José: ¿Qué es la totalidad de lo que usted habla?
Doctor: Es un poco difícil tal vez de explicar porque es un lugar en donde habita lo psíquico y lo físico en simultaneidad.
Algunos autores hoy a esta, le asignan un lugar en lo biológico y otro en lo psíquico, pero creo que es un problema posiblemente semántico ya que considero que para la homeopatía, la evolución está inscripta en cada persona y en sus diferentes expresiones.
José: Sigo sin entender ¿por qué me curé con la homeopatía?
Doctor: Posiblemente en el diagnóstico identifiqué tus síntomas con los expresados en la patogenesia de Sulphur y por similitud te pudiste curar.
José: Doctor explíqueme un poco lo de la ley de semejanza o similitud
Doctor: Es una ley que se cumple cuando la curación ocurre, ya que se fusionan los síntomas que el médico identifica en el paciente con los que la patogenesia del medicamento dieron. O sea es la verdadera ley del amor ya que la homeopatía cura por el amor de un semejante.
José: ¿Por qué uso la metáfora del amor?
Doctor: Porque la palabra amor significa no muerte, son los caminos de la vida que transitan para evitar la muerte.
José: Gracias Doc, por hoy me agotó. Será hasta la próxima.
Doctor: Hasta la próxima.
El Dr. Sergio M. Rozenholc es un reconocido Médico Homeópata Unicista, especialista en medicina psicosomática. Fundador y Director del periódico “El Homeopático”