la dirigente profesional cuestiona el debate sobre la homeopatía porque no depende de la Generalitat
Las asociaciones contra las pseudociencias: «No existen las medicinas alternativas»
La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Alicante, Fe Ballesteros, salió ayer al paso de la última decisión de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, quien como ya informó ELMUNDOel pasado lunes ha remitido una carta a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, para solicitar que se retire el reconocimiento de la homeopatía como medicamento que le concede el Real Decreto Legislativo 1/2015. Al tiempo ha dictado una instrucción a los departamentos de salud de la Comunidad Valenciana para recordar que «la homeopatía está excluida de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud», así como otras prácticas descritas por el Ministerio como «pseudociencias», por lo que se prohíbe su promoción o desarrollo en centros públicos.
Frente a esta decisión, Ballesteros considera que el reconocimiento de la homeopatía es un debate a nivel nacional desde el punto de vista sanitario, pero no desde el punto de vista institucional, tal y como lo ha trasladado la consellera al Ministerio y a los departamentos de salud. Un debate con posiciones encontradas acerca de la «eficacia» de los tratamientos «en el que cada uno puede tener su opinión personal pero no institucional, y por tanto no podemos posicionarnos como Colegio profesional».
Es más, advierte la dirigente profesional alicantina, «como el debate es ámbito nacional ha de ser el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España» el que tome una posición al respecto si fuese el caso, sobre una disciplina que no es nueva, sino que procede del siglo XVIII.
Y es que para Ballesteros este debate se ha desenfocado en la Comunidad Valenciana en esta última semana ya que no se trata ni siquiera de una cuestión de opinión de los profesionales, sino del cumplimiento de por parte del Gobierno español de una directiva europea, del Parlamento y el Consejo Europeo, que establece un código comunitario y que el Gobierno español debe transponer obligatoriamente al sistema legislativo nacional.
En el trasfondo de la polémica queda la obligación del farmacéutico de dispensar o no medicamentos homeopáticos cuando hay 10.000 médicos que los recetan y entre 2.500 y 3.000 que incluso han hecho un posgrado en esta disciplina.
Ballesteros también mostró su sorpresa ante la relación de «pseudociencias» que citó la consellera entre las que citó la «fitoterapia» o el uso las plantas medicinales y sus derivados con finalidad terapéutica. La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Alicante recordó que la aspirina procede del sauce, al divoxina de la digitalis lanata o que las migrañas se curan con derivados del centeno y que la industria farmacéutica ha utilizado plantas desde sus inicios. En esa lista, Montón incluyó la fitoterapia junto a la medicina naturista, la naturopatía, la medicina tradicional china, la acupuntura, el ayurveda, la terapia nutricional, los tratamientos con vitaminas, la osteopatía, la quiropraxia, el quiromasaje y drenaje linfático, la reflexología, el shiatsu o la aromaterapia, las técnicas de la mente y el cuerpo, el yoga, la meditación y la oración, la kinesiología, la hipnoterapia, la sofronización, el arteterapia, las técnicas sobre la base de la energía, el Qi-Gong o Chi-Kung, el Reiki, la terapia floral, la terapia biomagnética y cualquier otra actividad semejante o equivalente.
APOYOS A LA CONSELLERA
Asociaciones contra las pseudociencias expresaron ayer su respaldo a la Conselleria de Sanidad, que ha remitido unas instrucciones recordando que la homeopatía está excluida de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y que su promoción y desarrollo en centros sanitarios públicos están prohibidas y pidió al Ministerio que se retire el reconocimiento de la homeopatía como medicamento que le otorga el Real Decreto Legislativo 1/2015. Para estos colectivos, se trata de «una medida valiente y que, sin duda, redundará en una mejor calidad asistencial para los enfermos».
Así lo manifestaron ayer desde la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, el Círculo Escéptico, la Red de prevención del sectarismo y abuso de la debilidad (RedUNE), la Asociación para Proteger a los Enfermos de Terapias Pseudocientíficas (APETP) y el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC).
Estas entidades sostienen que la decisión adoptada por la consellera Carmen Montón es «una medida valiente y que, sin duda, redundará en una mejor calidad asistencial para los enfermos» y consideran «muy positivo el valor simbólico de la medida que lleve a reaccionar a otras administraciones y muestren su apoyo a esta iniciativa». Igualmente, valoraron la petición al Ministerio de Sanidad, del que es titular Dolors Montserrat, para que suprima el artículo 50 del Real Decreto 1/2015 por el que se reconoce el valor de medicamento a la homeopatía. En este sentido, animan a la administración central a que, tal y como solicita la Conselleria de Sanidad, se hagan las gestiones necesarias ante las autoridades europeas para la modificación de la directiva 2004/27 del Parlamento Europeo sobre medicamentos de uso humano en lo referente a la homeopatía.
«En ningún caso se puede afirmar -prosiguen- que las medidas que propone la administración valenciana tengan un cariz político o partidista o que tengan otro fundamento que el de mejora de la atención sanitaria en su área de aplicación, ya que, tanto el contenido de la circular como las declaraciones públicas realizadas por la consellera se corresponden con los resultados del Informe sobre terapias naturales realizado por el Ministerio de Sanidad en 2011, siendo su titular Ana Mato, en el que se advertía de la falta de estudios científicos que avalen la eficacia de las pseudoterapias (también conocidas como terapias alternativas o complementarias)».
Las asociaciones añadieron que la decisión de la Conselleria «no puede ni debe considerarse una iniciativa aislada». Recuerdan en este punto que el pasado 21 de junio, un informe del NHS (sistema de salud del Reino Unido) solicitaba que se abandonaran, entre otros, los tratamientos con homeopatía y que el 6 de junio fue la Real Academia de Farmacia española la que denunciaba su ineficacia. «Son solo dos ejemplos que demuestran que las pseudoterapias no tienen por qué formar parte de los sistemas públicos de salud», aseveraron.