«La regulación de las terapias complementarias es una necesidad»
«No extraña que, ante la sobremedicación, busquemos formas más respetuosas de conservar la salud», manifiesta el doctor Sergio Sánchez
Usted es el presidente de la Sociedad Canaria de Medicina Integrativa. ¿Quiénes forman esta sociedad?
La formamos cerca de un centenar de médicos, prácticamente de todas las islas. La sociedad fue creada en noviembre de 2016 y aglutina a profesionales de la medicina, tanto a generalistas como a especialistas: pediatría, ginecología, urología, anestesia, otorrinolaringología, digestivo, rehabilitación, medicina interna, geriatría, etc. Así como a médicos formados en medicinas tradicionales complementarias, tal como las define la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su estrategia 2014-2023 (medicina tradicional china, homeopatía, medicina naturista, medicina ayurvédica?). Las terapias médicas complementarias están legalmente reguladas en países de nuestro entorno europeo como son Alemania, Portugal o Suiza, en donde sí cuentan con leyes específicas que regulan dichas actividades, aportando un marco formativo, profesional y de seguridad en salud para los ciudadanos. En España este tipo de leyes todavía no se ha establecido debidamente.
¿Qué debe hacer un médico que tenga interés en la Medicina Integrativa?
Somos cada vez más los profesionales de la salud con una conciencia integrativa, formando una red colaborativa que nos permite trabajar de forma interdisciplinar. Es una suerte poder contar con compañeros que pretenden lo mismo: comprender a la persona que sufre con criterio global y atender, entre todos, el máximo de sus necesidades. El denominador común, lo que nos une, es la mentalidad integrativa y eso es independiente de la especialidad a la que se dedique cada profesional. Cuantos más seamos mejor servicio podremos ofrecer a nuestra comunidad. Los médicos que tengan interés en la Medicina Integrativa pueden escribir a secretaria@sc-medicina-integrativa.com
¿Qué objetivo persiguen?
Unificar la medicina desde una concepción global de la persona y el medio ambiente, conjuntando las medicinas complementarias con la medicina convencional. Nuestro objetivo es el de muchos compañeros médicos, sanitarios y ciudadanos, que es: prevenir fomentando al máximo la salud y, ante la enfermedad, ayudar a curar o paliar cuando es el caso de la forma menos dañina posible. Según el citado documento de la OMS un estudio publicado en European Journal of Health Economics, indica que «los pacientes cuyos médicos generalistas están capacitados también en medicina complementaria incurren en menores gastos de atención sanitaria y registran tasas de mortalidad más bajas que los demás. Los menores gastos se debieron al menor número de ingresos hospitalarios y prescripciones de medicamentos.» Cada vez más datos confirman que la inclusión de las Medicinas Complementarias en los planes de cobertura sanitaria universal permite aliviar la presión sobre el sistema y reducir los gastos.
Esto indica que cada vez son más los profesionales de la medicina que apuestan por otro modelo de «curación».
El concepto de Medicina Integrativa es hoy en día impartido en numerosas universidades norteamericanas (Harvard, Columbia, Ohio, Stanford, Michigan, Colorado, Wisconsin, Arizona, Miami, Duke, George Washinton, Maryland, Minnesota, Pennsylvania, Kansas?). Existen departamentos de Medicina Integrativa en numerosos hospitales de Estados Unidos, especialmente en los principales hospitales del país, como pueden ser: Mayo Clinic Minessota, Mount Sinai New York, Johns Hopkinns Integrative Medicine, Massachusetts General Integrative Medicine o Anderson Integrative Medicine Center. De igual forma, en el Reino Unido se imparte la medicina integrativa en numerosas universidades, tales como las de Westminster, Chester, Goldsmiths, BPP-Manchester, entre otras. El Congreso Mundial de Medicina Integrativa celebrado en mayo 2017 en Berlín fue presidido por el Ministro de Sanidad del Gobierno Alemán, Hermann Gröhe, con la participación de importantes instituciones académicas de Europa y del resto del mundo contando incluso con el Karolinska Institutet Sweden, quien imparte los Premios Nobel. El próximo Congreso Internacional de Medicina Integrativa tendrá lugar el próximo mes de mayo (2018 International Congress on Integrative Medicine and Health) en Baltimore.
En los últimos años ha habido un crecimiento en el uso de la medicina alternativa. ¿A qué cree que se debe?
La VIII Encuesta de Percepción Social de la Ciencia que fue presentada el año pasado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), se basó en 6.357 entrevistas realizadas en todas las comunidades autónomas. Esta encuesta reveló que más de la mitad de los españoles confían en la acupuntura (el 59,8 %) y los productos homeopáticos (52,7 %), y que además cuentan con más afinidad cuanto mayor es el nivel de estudios de los encuestados. Es responsabilidad de los profesionales de la salud atender a la creciente demanda de la población por una sanidad más preventiva, que a la hora de ser curativa, sea más cuidadosa frente a los efectos secundarios de los medicamentos.
¿Nos podemos volver inmunes a determinados fármacos por un uso excesivo?
La excesiva medicación, en especial el uso indiscriminado de antibióticos, han llevado a la OMS a alertar sobre el aumento de la resistencia a antibióticos de las llamadas «superbacterias». Necesitamos promover medidas de salud que incrementen la inmunidad -las defensas- y así no tener que recurrir a la antibioterapia sino en las ocasiones que realmente sean necesarias. Para regular de forma efectiva la sobremedicación se requiere que los intereses comerciales de las farmacéuticas se supediten a los intereses de salud de los ciudadanos. España es el tercer país consumidor de medicamentos por renta per cápita. No es extraño que ante la sobremedicación, los españoles busquemos formas más respetuosas de conservar la salud y tratar nuestras patologías.
Usted ha centrado su carrera profesional, entre otras cosas, en la homeopatía. ¿Curan es- tos medicamentos menos agresivos?
El estudio Epi-Laser, publicado el año pasado, se desarrolló en las consultas de atención primaria de Francia durante 10 años. Este estudio aporta valoraciones muy positivas sobre los pacientes que fueron tratados con homeopatía. De este estudio epidemiológico se concluye que las personas que recibieron tratamiento homeopático en un seguimiento de 10 años, consumieron dos veces menos antibióticos, dos veces menos antiinflamatorios y tres veces menos fármacos psicotrópicos que aquellos que fueron tratados solamente con medicina convencional. Participaron 825 médicos elegidos al azar y 8.559 pacientes. Es una falacia pretender que la homeopatía lo cure todo, pero es igualmente mentira decir que no cura nada. Seis de los siete meta-análisis que han revisado estudios sobre homeopatía han concluido favorablemente. El meta-análisis que concluyó negativamente para la homeopatía resultó tener fallos metodológicos que lo invalidaron. El pasado año 2017 el gobierno suizo confirmó la inclusión de las medicinas complementarias en la Seguridad Social suiza, entre ellas la homeopatía. Después de haber sido votada hace cinco años mediante referéndum, un comité de expertos valoró la efectividad de estas medidas y finalmente han sido incluidas las medicinas complementarias en la oferta de servicios sanitarios que los ciudadanos suizos pueden elegir en su sanidad pública.
En el año 2013 la Organización Médica Colegial (OMC) declaró que «recetar productos homeopáticos no es un acto médico». ¿Qué puede decir al respecto?
Esa frase no se encuentra en la declaración de la OMC del 2013 sino en una web malintencionada. Lo que sí dice es que «todos los médicos están obligados por las normas del Código de Deontología Médica a emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente (Art. 26.1 CDM).» Los medicamentos homeopáticos están regulados en España conforme a la Ley del Medicamento, por lo que son de venta exclusiva en farmacias. De hecho, la Comisión Europea recientemente ha emplazado a España a corregir las restricciones existentes contra la importación de medicamentos homeopáticos que impiden introducir en el mercado español y que sin embargo se comercializan legalmente en otros Estados miembros de la UE (Directiva 2001/83/CE sobre medicamentos para uso humano). La Comisión de Ética y Deontología de la OMC (2007) y la Asamblea de Presidentes de Colegios de Médicos (2009), consideraron la homeopatía como Acto Médico, que precisa de un diagnóstico previo, de una indicación terapéutica y ser realizada por personal cualificado en centros sanitarios debidamente autorizados.
¿Hay un interés económico de las grandes industrias farmacéuticas en el boicot que se le ha hecho durante años a la medicina alternativa?
El término «alternativa» implica elegir una u otra forma de medicina y no creemos que sea ese el problema. Mejor la palabra «complementaria», que conlleva apoyo en la labor terapéutica. La Medicina Integrativa define la unión colaborativa entre todas las disciplinas médicas en favor del único objetivo: la salud de la población y el medio ambiente. Todos hemos visto artículos de opinión y comentarios en medios de comunicación dando información negativa sobre las Medicinas Complementarias. Según la encuesta del Fecyt la población es cada vez más afín a una forma de hacer medicina más respetuosa con nuestra naturaleza y que huye de los efectos secundarios de los medicamentos convencionales. No es extraño que pretendan hacer campaña en contra de unas medicinas que según la OMS pueden reducir el gasto farmacéutico y mejorar la salud. Tal como dijo Richard J. Roberts, Premio Nobel de Medicina de 1993, en una entrevista realizada en el periódico La Vanguardia en 2007, «la medicina que cura no es rentable».
En otros países de Europa como Francia, Alemania o Portugal, las terapias complementarias están reguladas, en cambio en España existe un vacío legal a este respecto. ¿Por qué?
Realmente las causas las desconozco. Lo que sí es cierto es que la debida regulación de las terapias complementarias en nuestro país es una necesidad cada vez más acuciante. Portugal reguló por ley las medicinas complementarias, estableciendo la formación adecuada de los distintos profesionales, sanitarios y no sanitarios, delimitando sus competencias y limitaciones. En Alemania establecieron por ley la figura de los Heilpraktiker para aquellos profesionales no sanitarios que con la debida formación pueden practicar determinadas terapias en ciertas patologías. De esta forma se evita que la falta de control y el desconocimiento lleven a situaciones de inseguridad ciudadana en materia de salud. En España tenemos el problema de que, ante la falta de regulación, las Medicinas Complementarias no están siendo apoyadas y promovidas, tal como insta la OMS a todos los gobiernos, para que sean incorporadas a la sanidad pública. Regular las Medicinas Complementarias por ley e incluirlas en la Seguridad Social podrá reducir de forma importante el gasto farmacéutico e incrementar los niveles de salud de nuestro país.
La Organización Mundial de la Salud, ¿qué postura defiende: a favor o en contra de la medicina integrativa?
Pues para contestar a esta pregunta, nada mejor que las palabras de la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS: «No tiene por qué haber conflicto entre la medicina tradicional y la occidental. En el ámbito de la Atención Primaria ambas pueden combinarse y una compensar las deficiencias de la otra. Obviamente eso no va a acaecer espontáneamente: hay que tomar deliberadamente decisiones normativas. Y es posible hacerlo». Invito a quienes lean esta entrevista a que analicen el documento de la estrategia de la OMS 2014-2023, donde aportan información importante sobre el uso de las Medicinas Complementarias a nivel mundial.
Su tesis doctoral se centró en el estudio de la ingesta de placenta. ¿Qué descubrimientos hizo que puedan beneficiar a la sociedad?
Realizamos un estudio que duró 13 años. Investigamos de qué manera influye en la mujer la ingestión de placenta tras el parto. Esto lo estudiamos porque casi la totalidad de los mamíferos lo hacen, incluido el líquido amniótico. Ese comportamiento es debido a la actividad de un gen, el PEG3, que induce a la hembra a tomar su propio líquido amniótico y su placenta. El ser humano pertenece a los mamíferos placentados y también tenemos ese gen. Los resultados del estudio son un aumento de la actividad de vitamina K en las madres que ingieren su placenta, lo cual va en favor de un efecto antihemorrágico. La placenta es muy rica en vitamina K. Siendo la hemorragia postparto una de las patologías más frecuentes, conviene que las mujeres conozcan que ingerir su propia placenta puede ayudar a salvar vidas, sobre todo en países con escasos recursos, es algo por lo que merecería la pena fomentar más estudios. La placenta contiene una hormona, el Lactógeno Placentario, que estimula la producción de leche en la madre que la ingiere. Se sabe que, por ejemplo en África, el bebé que no es amamantado con leche materna, tiene más probabilidades de fallecer ante cualquier episodio diarreico.
¿Qué resultados registraron en las mujeres de su estudio que ingirieron su propia placenta?
En nuestro estudio, las mujeres que ingirieron su propia placenta tuvieron un aumento significativo de más de la mitad de los aminoácidos en sangre, que son la base para la formación de neurotransmisores, hormonas e inmunocomplejos, entre otras moléculas. En breve culminaré un artículo sobre este tema para publicar en una revista científica de Estados Unidos. Esta información merece ser difundida lo más posible por el bien de las generaciones futuras.
Hipócrates dijo: «Haz de tu comida tu medicina». ¿Está en nuestra alimentación la clave para no enfermar?
Realmente la alimentación es la base para una buena salud, es algo evidente. Necesitamos mayor conciencia alimentaria, no solo en cuanto al tipo de alimentos que consumimos sino a las cantidades y sus proporciones más saludables. También debemos tener en cuenta la sostenibilidad del consumo, la huella ecológica que implica consumir productos de lugares remotos o el contenido en pesticidas y herbicidas que cada vez más estudios relacionan con enfermedades actuales. La dieta mediterránea parece ser hasta el momento una de las opciones más saludables, cada vez más estudios lo avalan. Pero tan importante como los alimentos que ingerimos y el impacto ecológico que conlleva su consumo, son las bacterias de nuestro organismo, nuestro microbioma, que son determinantes para nuestra buena salud digestiva y nutricional, inmunoendocrina y psicoemocional. A nivel mundial se le está dando cada vez más importancia a los probióticos y prebióticos como determinantes de nuestro estado de salud.
Entonces, ¿por qué cada vez se venden más productos elaborados que contiene grandes dosis de lípidos y glúcidos?
Eso depende de las normativas de cada país. Portugal, por ejemplo, reguló por norma el menor contenido de azúcar en los sobres, como una de las medidas para frenar el aumento de casos de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Un sobre de azúcar de 8 gramos ha pasado a contener 5. También han implantado el Fat tax, un impuesto que grava las bebidas azucaradas. Las que contienen más de 80 gramos de azúcar por litro, están gravadas con 16,46 euros por cada 100 litros y las que tienen menos de 80 gramos de azúcar por litro, pagarán 8,22 euros por cada 100 litros. Además de esta medida, Portugal estudia implantar menús saludables en todas las instituciones públicas, hospitales y colegios. Es evidente que de esta forma el país se ahorra un gran gasto en tratar enfermedades que se reducen mediante la aplicación eficiente de la medicina preventiva. Realmente no se explica que en España esta y otras medidas no se tomen con la celeridad y firmeza que el problema requiere.
En cambio, si queremos mantener una dieta equilibrada se encarece demasiado la cesta de la compra?
A medida que los consumidores vamos tomando conciencia de lo que comemos, estamos incidiendo sobre lo que compramos. Los consumidores somos los que decidimos en última instancia lo que se cultiva y cómo se cultiva. En lugar de marcar los productos ecológicos con el sello correspondiente (medida muy de agradecer), quizás deberíamos ser informados de los productos que se han utilizado para producir los alimentos que consumimos. Ya una conocida cadena de supermercados ha iniciado su andadura ecológica en nuestra isla, y eso es porque cada vez más la población lo demanda. De esta forma los precios se pueden moderar, porque consumir ecológico dejará de ser un «caro producto de minorías» y podrá ser más rentable a los productores y vendedores. A modo de ejemplo, hace 20 años conseguir leche vegetal de soja era cuestión de ir a un establecimiento específico y que, por ser algo especial, era también de precio especial. Hoy día podemos encontrar leche vegetal de soja, almendras, avena? en casi todos los supermercados a precios más asequibles.
¿Vivimos en una sociedad que nos conduce, irremediablemente, a la enfermedad?
Podemos distinguir dos formas de vivir. Una manera es vivir acorde a los ritmos de nuestra naturaleza, en consonancia con nuestra fisiología, atendiendo a nuestro cuerpo, emociones e intelecto y respetando las leyes del medio ambiente del que somos parte; lo podemos llamar Naturacorde. La otra forma de vivir es lo contrario, sin tener en cuenta nuestros ciclos vitales, obligando a nuestra fisiología a adaptarse a hábitos, a sustancias y a situaciones que nada tienen que ver con nuestro funcionamiento fisiológico. Esta falta de contacto con los mensajes de nuestro cuerpo, de nuestras emociones y de nuestra mente es el Naturadiscorde. No es la sociedad la que nos conduce a enfermar, es nuestra conciencia, acorde o desacorde con nuestra naturaleza y con quienes nos rodean.
¿Cómo podemos lograr ese equilibrio con la naturaleza y con quienes nos rodean?