El acompañamiento en la fase final de la vida
Desde el inicio de su existencia, el ser humano es pura necesidad, fisiológica como emocional y afectiva, Sabe que a medida que pasan los años, va a ir perdiendo cada vez más cosas (Fuerza, salud, afectos ) ; que si todo va bien, llegará a la senectud , y que en cualquier caso, finalmente morirá.
La vulnerabilidad del ser humano se pone de manifiesto en esa doble experiencia del dolor y de la muerte.
El dolor va a ser nuestro compañero de viaje, junto con la sombra de la muerte, por más que queramos mantenerlos ocultos.
La actitud sabia, va de la mano de la lucidez y de la humildad y adopta la forma de aceptación, lo cual no significa que resulte fácil o que antes de llegar a vivirla la persona no haya tenido que pasar por diferentes fases. Siendo de vital importancia nuestra presencia autentica y congruente como médicos.
LAS ACTITUDES COMO HERRAMIENTAS CLAVE PARA EL ACOMPAÑAMIENTO
Las actitudes psicológicas: Empatía- Congruencia/Autenticidad-Aceptación.
Existen tres actitudes comunicativas, formuladas desde la psicología de la no directividad, desarrollada por Carl Rogers.
EMPATÍA:
La empatía en la práctica médica es un ejercicio de conexión con la experiencia interna del paciente para entenderle mejor, evita un juicio de valor y se ve facilitada por la práctica de la conciencia plena.
Es importante distinguir la empatía de la cordialidad o la simpatía, a diferencia de esta última, en la empatía, el médico sabe en todo momento cuáles son las emociones suyas y cuáles las del paciente no se produce un contagio emocional.
Cuando se penetra en el mundo de los sentimientos de otro, acompañarás de forma empática si tú permaneces tú mismo, sin confusiones.
CONGRUENCIA – AUTENTICIDAD:
Es distinta a sinceridad. No se trata de “contar todo”, sino de que lo que expresemos sea algo que pensamos, sentimos o ambas cosas. Habrá determinados aspectos, que no pueden ser expresados precisamente porque no es terapéutico hacerlo, aunque lo que podía haber sido expresado fuere cierto.
En un sentido dinámico, congruencia es estar bien comunicado consigo mismo (congruencia interna) y estar bien comunicado con los demás (congruencia externa). En definitiva, una persona congruente mantiene la correlación entre lo que piensa, siente y expresa.
ACEPTACIÓN INCONDICIONAL:
NO JUZGAR. Profundo respeto a la persona.
Parágrafo 83: Ausencia de prejuicios.
Saber que la aceptación de la persona no es lo mismo que la aceptación de su conducta. En último término, la aceptación de la conducta puede llevar a comprenderla, pero no a justificarla.
Las actitudes espirituales: Compasión-Hospitalidad y la Presencia.
COMPASIÓN:
Describe el entendimiento del estado emocional del otro, combinado con un deseo de aliviar o reducir su sufrimiento; quizás por ello se ha descrito como la “empatía en acción”.
La lástima tiene sus raíces en el miedo y en una sensación de arrogancia y aires de superioridad, a veces incluso en una complacida sensación de “me alegro de no ser yo”, sin embargo “Cuando tu miedo toca el dolor del otro, se convierte en lástima; cuando tu amor toca el dolor del otro, se convierte en compasión”.
Cuando el dolor del otro toca y despierta mi amor … se convierte en compasión .
Con la compasión te conviertes en un compañero de viaje de un itinerario que es del otro. porque supone un compromiso, al menos, de no abandono.
HOSPITALIDAD/ACOGIDA:
Por hospitalidad se entiende la capacidad de acoger y agasajar con amabilidad y generosidad a los invitados o a los extraños.
El significado se centra en un anfitrión que da la bienvenida y responde a las necesidades de las personas que se encuentran temporalmente ausentes de sus hogares.
PRESENCIA:
Esta actitud espiritual está relacionada estrechamente con la congruencia. Es conjugar los verbos ser y estar, en definitiva, de manera conjunta, pero en profundidad, para el vínculo.
En las situaciones de agonía y de últimos días esta actitud se vuelve protagonista.
Precisamente porque la presencia es uno de los mejores antídotos frente al miedo.
Fases Psicológicas en el proceso de adaptación en la fase final de la vida.
Morir no puede ser considerado solamente como un proceso físico.
Una de las expertas en el estudio del proceso de la muerte, la Dra. Elizabeth Kluber Ross describió estas 5 fases:
Negación – Ira – Negociación – Depresión – Aceptación.
Negación-Ira- Negociación en la que el paciente asume que su vida se termina, pero intenta alargarla de cualquier forma bien sea negociando con Dios o buscando otras vías: fármaco milagro, terapias…
Cuando nada ha funcionado, pasamos a la depresión y finalmente a la aceptación.
No necesariamente todas las personas en fase terminal pasan por todas las etapas, de modo que solo sería necesario Intervenir si se estacionan, favoreciendo la aceptación.
Los Síntomas Generales Más Frecuentes en el Proceso de la Muerte:
Será indispensable el buen abordaje del dolor y el insomnio para asegurar el mayor bienestar posible del paciente.
DOLOR – INSOMNIO:
Reducción del estrés basado en la atención plena – Meditación – Yoga – técnicas de relajación.
“ Cicely Saunders Puso especial énfasis en la necesidad de abordar el “dolor total”, reconociendo los aspectos psicológicos, sociales y espirituales del sufrimiento, la mayoría de profesionales de la medicina y no solamente en el área de cuidados paliativos , son más expertos en la atención de los síntomas y en el manejo de fármacos, que en el abordaje de la desesperanza, en facilitar la reconciliación con la propia biografía, y llegado el momento en el de promover la búsqueda de sentido o en facilitar la aceptación de la muerte”.
“Si el profesional se centra exclusivamente en las manifestaciones orgánicas, de la enfermedad mientras el enfermo (Individualidad Morbosa) vive una crisis de todo su mundo, sus valores, sus expectativas y sus relaciones, el profesional y el paciente se están moviendo en distintos niveles y no van a poder encontrarse”.
CUIDANDO AL CUIDADOR (FAMILIA Y MÉDICO):
Atender al enfermo en paliativos supone atender al familiar o familiares que le cuidan la enfermedad debe considerarse una crisis que impacta en toda la familia y puede generar desajustes que afecten a todas las esferas: Afectiva, Física, Relacional, Económica y Espiritual.
FACTORES A CONSIDERAR EN LA INTERVENCIÓN CON LA FAMILIA:
– Edad del paciente y de los cuidadores.
– El rol que desempeña el paciente en el núcleo familiar.
– Tipo de funcionamiento previo a la enfermedad, el contexto y los recursos disponibles.
Edad del paciente: No es lo mismo que el paciente sea un niño ó un adulto joven con una enfermedad terminal (Trauma por que no es esperado, ni congruente en el sentido de la naturaleza), que un Anciano cuyo proceso a preparado a la familia.
Edad de los Cuidadores: No será lo mismo que el cuidador principal sea un adolescente un adulto o un anciano.
Rol que desempeña el paciente en el núcleo familiar: ¿Es cabeza de familia? (Rol como el que aporta los recursos, la toma de decisiones etc.
Es el hijo: El mayor (Como repercute en los hermanos menores y el rol que desempeña ese hermano)
Tipo de funcionamiento previo a la enfermedad: Caótico y disfuncional ó Funcional y armonioso.
Recursos disponibles: Propios o a los que puedan acceder AYUDAS SOCIALES.
CUIDANDO AL CUIDADOR
El riesgo de una implicación más que empática con el enfermo al que se cuida da lugar como coste al enfrentarse al dolor emocional en lo cotidiano, a un estrés traumático secundario que puede traer como consecuencia la claudicación del CUIDADOR (ES) ante lo cual el médico que también CUIDA, debe mantenerse atento al lenguaje verbal y no verbal en donde están implícitos…
ESTRÉS TRAUMÁTICO SECUNDARIO:
Los síntomas que pueden aparecer en las personas que cuidan de enfermos …y alertan sobre el posible inicio de claudicación el cuidador… esté requerirá tomar cierta distancia, reflexión y si es necesario recibir ayuda.
Labilidad emocional
Agotamiento físico.
Insomnio.
Irritabilidad.
Culpa.
Sobre exigencia consigo mismo y los demás.
LA FATIGA DE COMPASIÓN:
La pena profunda resultante de estar emocionalmente abrumados por el sufrimiento de los Otros puede llegar a convertirse en fatiga de compasión.
¿QUÉ ES?
Es una fatiga debilitante provocada por la repetición continuada de respuestas «al SENTIR COMO» en lugar de «SENTIR CON…» ante el sufrimiento y el dolor de los demás…
LA AUTOCONCIENCIA COMO CLAVE DEL AUTOCUIDADO AUTOCONCIENCIA:
Hace referencia a la relación más profunda e intrínseca del SER humano consigo mismo.
Es una relación “Interior “ o “ espiritual”, por la cual se puede conocer de modo inmediato y privilegiado.
Se puede juzgar a sí mismo, conocerse y RE-conocerse de manera directa, segura e infalible.
AUTOCUIDADO:
Es el conjunto de conductas saludables que un individuo lleva a cabo en beneficio de su propia salud.
Nivel Físico: Alimentación, Ejercicio, Descanso y sana diversión.
Nivel Mental: Tiempo de Ocio y de reflexión.
Nivel Social: Mantener los vínculos, las relaciones familia, amigos, comunidad.
Nivel Espiritual: La oración y la meditación.
SATISFACCIÓN DE LA COMPASIÓN:
Consiste en acompañar al paciente que está sufriendo, y establecer una relación profunda, un encuentro entre persona y persona más allá de los roles médico paciente; y sentir el vínculo sanador para ambos.
Estar conectado consigo mismo (Autoconciencia – Introspección) y ayudar a transformar el sufrimiento nos conduce a LA SATISFACCIÓN DE LA COMPASIÓN.
El grado de evolución del profesional, y su capacidad para gestionar sus propias emociones y las de los pacientes y familiares, es crucial para una práctica eficiente y saludable.
La calidad de la presencia que aportamos a la cabecera de la cama del paciente depende de la coherencia, y armonía de nuestra vida interior, de lo que somos y de cómo estamos. “El autocuidado es un imperativo ético” SUPONE tomarse en serio el amar al prójimo como a uno mismo, empezando por el uno mismo como forma de poder ofrecer la auténtica compasión que nuestro trabajo nos demanda.
HERRAMIENTAS FAVORECEDORAS DE LA AUTO CONCIENCIA:
– Reducción del estrés basado en la atención PLENA (REBAP) – Meditación y el silencio.
– Que es la meditación: es un camino de conocimiento y de armonización de uno mismo, en todos los niveles que configuran a la persona a nivel físico, Vital y mental.
– Consiste en conectarnos a través del silencio con ese espacio misterioso y profundo del SER.
– La conciencia plena es una actitud que requiere reducir al mínimo la utilización del piloto automático, manteniendo la atención en lo que ocurre “ aquí y ahora”, frente a la tendencia a dejar vagar la mente por los recuerdos del pasado o las preocupaciones o fantasías del futuro.
– Investigaciones en el campo de la neurobiología advierten de la importancia que tiene la meditación para la salud, al armonizar nuestra psique y equilibrar los procesos mentales y emocionales.
Reflexión – introspección. (Lo que nos pasa en el día a día, nuestra manera de reaccionar ante determinadas circunstancias).
PRESENCIA:
Disponerse es preparar el Espíritu y con esto queremos decir preparar totalmente nuestro ser, tanto nuestro ser existencial como nuestro ser esencial, para un acto trascendente para nosotros y sobre todo para el otro. Proceso Sánchez Ortega.
CONCLUSIONES:
La autociencia previene actitudes poco saludables como la rumiación en la que se reflexiona de manera obsesiva sobre hechos negativos del pasado y que conduce a cuadros de ansiedad y depresión.
La ventaja de “estar presente” favorecería la flexibilidad psicológica, la capacidad de conectar completamente con el momento presente y orientar el comportamiento para alcanzar el fin deseado. La combinación de conciencia plena y flexibilidad psicológica constituirá una estrategia de afrontamiento ante el estrés.
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